Jomías había oído en un taxi que cogió por casualidad la cuña de radio. En breve sería el cumpleaños de su abuela. Ella se llamaba Celia y tenía muchas dolencias en sus articulaciones.
Sinceramente le venía bien la pulserita pero ella no era creyente.
El joven Jomías había decidido regalarle la pulsera a su abuela y la biblia dársela a su tía, de parte de madre. Ella creía mucho en Dios.
- Ramatán II, Ramatán II - exclamó varias veces Dios adverso - vete ahora mismo en un taxi y preséntate en el hotel Mad Mac. Es para un joven que quiere nuestro conjuro... Los obsequios son para dos personas diferentes.
- A tus órdenes mi amo - contestó Ramatán II.
- Llama a Muerte y que diga al bibliotecario que a este chico lo llevamos nosotros al bosque - siguió el demonio.
- Lo que ordenes, mi amo - volvió a contestar el subordinado.
- Dile a Muerte que le pida otra víctima - volvió a pedir Dios adverso - esta vez una chica con coleta larga.
De improviso volvió a romper otra tormenta sobre toda la comarca...
(Continuará...)