lunes, 30 de enero de 2017

CONTINUACIÓN

-  Un momento -  exclamó la Diosa Sennata mientras descendía del cielo  -  me dijiste que la estrella de Damart era ha cambio de la vida de Martha Maxtin.

El ayudante Tomás, completamente poseído del demonio, soltó de golpe una silla y se dio la vuelta.

-  ¿Eso te dije, diosa?  -  preguntó riéndose Dios adverso  -  ¿no recuerdas tus diez mandamientos Sennata?

-  ¡Lo recuerdo perfectamente demonio!  -  le gritó la Diosa Sennata.

-  Muerte  -  exclamó el demonio Dios adverso  -  recuerda con tus cánticos los mandamientos básicos a estos diosillos celestiales.

-  No matarás, no robarás  -  empezó Muerte su peculiar canción separando las palabras con su peculiar silbido  -  y no mentirás, no mentirás, no mentirás...

-  ¿Por qué estamos todos en los infiernos?  -  preguntó Ramatán II  -  No me hagas reír diosilla Senatta.

De improviso, otra tormenta se oyó y Ramatán III desde el infierno superior dijo:

-  Queda un hueco para otro humano más. Decídase pronto, mi amo. En breve se cerrará la puerta de conexión entre el mundo humano y el nuestro...

Mientras tanto el dios de los muertos inocentes, el Dios Ratt, bajaba a callar a Muerte su peculiar silbido.

(Continuará...)