domingo, 28 de febrero de 2016

CONTINUACIÓN

Tomás, el ayudante, había puesto una gran linterna en la mesa donde estaban el bibliotecario y los dos comerciales. Antonia, la comercial, empezó a bailar y mientras cantaba se pintaba otra vez la calavera en su rostro. El pánico se postró en la cara de Carlos John.

- Soy Muerte, soy Muerte  -  cantaba con voz muy tenebrosa y grave  -  Soy Muerteeeeee y mi Dios adversooo... tiene poseídooo a tu ayudante Tomás.

De improviso, el ayudante dio un gran portazo y entró con la cara con muy mal rictus y empezó a gritar muy poseso de algún mal.

-   Soy el demonio, Dios adverso para mis súbitos  -  exclamó con la cara blanca  -  Muerte dime que debo de hacer a este bibliotecario.

-  Nada de momento, Dios adverso  -  contestó la comercial  -  es sólo para que vaya con cuidado.

-  Ramatán II  -  continuó el ayudante poseído  -  estaré en tu cuerpo también y hablaré desde ti. Al mínimo intento de escapar, Muerte vendrá desde el cuerpo de Tomás Jiménez, tu ayudante y te matará.

Empezó a sonar una tétrica música en todos los móviles presentes. En cada uno empezó un reloj a sincronizar una hora. Las nueve y media de la tarde...

-  Casi entrada la oscuridad  -  continúo el demonio desde Tomás  -  deberás acudir al punto marcado en tu ruta, la de la caza de espíritus humanos. En tu dispositivo, a esa hora, te marcará el signo 21:30 seis veces y te dirá Muerte el lugar de la cita.

Una gran tormenta de truenos y centellas rompió en la pequeña ciudad. Las gotas se oían rebotar en todo el edificio y en los cristales. La linterna seguía funcionando y Tomás se desmayó mientras Muerte silbaba un extraño silbido.

(Continuará...)