viernes, 21 de agosto de 2015

CONTINUACIÓN

Como el bibliotecario era un hombre muy precavido, tenía una lata de aceite pero estaba completamente evaporado por los calores de esos caminos tan desérticos. Tenía también una botella de aceite corporal para la cara y las manos. Con estas altas temperaturas se agrietan mucho. En su libro explicaba como conseguir la combustión para que pueda arrancar un poco el motor y saber, exactamente, qué pieza está rota. Otro SMS entró en el apagado y muerto móvil. Se encendió y el pitido del mismo se repetía rápidamente. Una música de fondo muy tétrica se oía como señal de entrada:

-  Ja, Ja  -  citaba así el mensaje  -  te queda muy poco para morir. Ja, ja.

Se apresuró a echar el aceite corporal en el depósito e intentó arrancar una y otra vez el coche. No lo consiguió, dejó reposar unos instantes la llave de contacto para no calar del todo las bujías internas. Mientras, la insistente música de la muerte seguía sonando en su móvil y una calavera se plantó en la pantalla del dispositivo.

(Continuará...)


martes, 11 de agosto de 2015

CONTINUACIÓN

Por suerte, el bibliotecario tenía un libro en el maletero de "Mecánica y primeros auxilios al coche siniestrado en medio de la nada"; así citaba el título. Es el mejor de la historia del automovilismo. Se apeó de su coche y se dispuso a valorar las piezas del motor. Las medianas son las bujías. El capó pesaba, como siempre, mucho. Hacía tiempo que no tenía gato y además estaba sin Internet...

De improviso, empezó a sonar en su móvil la señal de la entrada de un SMS:

-  ¿Cómo es posible?  -  exclamó muy sorprendido  -  si no tengo nada de batería, está negro.

Volvió a sonar el doble pitido de entrada de otro SMS. De repente, se encendió de nuevo el dispositivo y apreció el librero de préstamos en medio de la pantalla el mensaje escrito. En pocos caracteres ponía claramente:

-  Ja, ja. Te queda poco para morir. Cuando caiga la luna morirás en este oscuro y perdido lugar. Ja, ja.

Se apresuró arreglar su vehículo, pero nada, ni gota de aceite, había tenido una fuga interna. La señal roja del depósito no estaba aún encendida...

(Continuará...)