miércoles, 12 de diciembre de 2012

CONTINUACIÓN

El jefe de comisarios Tomías Davelop se dirigió a la Gran Ciudad a por sus hombres para que se dirigiesen al poblado indio Joux y les dijo que no cogiesen las diligencias sino los caballos pura sangres porque no podrían ir por la montaña rocosa. Fueron treinta hombres con rifles.

Por otro lado, los tres trabajadores llegaron ya a la ciudad de la Mafia del Capo Rotate, se dirigieron a la puerta dieron tres golpes con los nudillos y ésta se abrió sigilosamente.
- Diga las palabras claves - preguntó el mafioso guardián de la puerta.
- El pajarito trina y la tiniebla desaparece, tic, toc dijo el cuco del reloj del campanario - respondió uno de los tres trabajadores.
- ¿Quienes sois? - preguntó el mafioso.
- Los tres de antes - respondió uno de los trabajadores.
- ¿Tenéis el resto del dinero? - volvió a preguntar el mafioso.
- No lo tenemos - dijo otro trabajador - Por favor, es que han secuestrado a nuestro subdirector en el banco. Hay diez indios Joux.
- Sin el dinero no... - continuó el mafioso.
- ¡Abre la puerta, Rocoroto! - gritó un señor desde dentro con voz ronca.

El mafioso Rocoroto abrió la puerta y un señor bajo con un sombrero calado se acercó.
- Vamos a ir veinte hombres a caballo al banco, pero triplicamos la suma de dinero - contestó el Capo Rotate.

Todos se dirigieron a caballo hacia el banco.

Mientras el médico había muerto y Jim seguía desmayado.

(Continuará....)

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