El subdirector mandó a la otra ciudad a tres de sus trabajadores para hablar con el capo Rotate para que fuera él y los suyos al poblado indio. Los tres trabajadores llegaron a la ciudad donde los capos mataban por encargo, portando un aval de dos mil dólares.
- ¿Quién quiere hablar con Rotate? Diga la palabra clave - ordenó el capo que estaba siempre vigilando detrás de la puerta.
- El pajarito trina y la tiniebla desaparece, tic, toc dijo el cuco del reloj del campanario - respondió uno de los tres trabajadores.
El capo vigilante abrió la puerta sigilosamente y miró por la rendija.
-¿Cuánto sois? - preguntó el capo - ¿qué queréis exactamente de Rotate?
- Somos tres y tenemos una misión para vosotros, en el poblado indio Joux - respondió otro trabajador.
-¿Tenéis dinero? - volvió a preguntar el capo
- Sí - respondió uno de los banqueros - un aval de dos mil dólares.
- No es suficiente - recriminó el capo - con los indios Joux triplica el importe y a toca teja. Son muy peligrosos y necesitamos mucho tiempo y demasiados hombres
- Os traeremos los seis mil dólares al contado hoy mismo - afirmó otro de los banqueros.
- Os esperamos y trazaremos con vosotros un plan - dijo el capo.
Los tres banqueros regresaron al banco de Tito Robbins a lomos de sus caballos de pura sangre a galope.
Mientras el médico se desmayó y Jim seguía sin comer ni beber absolutamente nada.
(Continuará...)
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